Llevar un cachorro a casa es tan emocionante como abrumador. Tu vida está a punto de cambiar por completo. Un minuto te derrites por esos ojitos adorables, y al siguiente te preguntas si adoptaste por accidente un pequeño torbellino. (Spoiler: sí lo hiciste.) Pero no te preocupes—criar a un cachorro bien educado no es ciencia de cohetes. Todo se trata de constancia, paciencia y un poco de estrategia. Vamos a empezar.

Por qué importa entrenar a tu cachorro desde temprano

Piensa en tu cachorro como una esponjita sin filtro, absorbiendo todo lo que hay a su alrededor, tanto lo bueno como lo malo. Entre más rápido empieces a entrenarlo, mejores serán las posibilidades de convertirlo en un compañero educado y seguro de sí mismo. El entrenamiento temprano no se trata realmente de órdenes; se trata de crear confianza, fortalecer el vínculo entre tú y tu perrito y ayudarlo a que se sienta seguro en su nuevo entorno.

Sin una guía, los cachorros pueden aprender hábitos que no son tan lindos, como ladrar en exceso, morder cosas o saltar sobre las visitas. Empezar desde el primer día marca la diferencia para que desarrolle buenos comportamientos, y así la vida será más fácil para los dos a largo plazo. Al final, un perrito bien entrenado no solo es obediente; tiene una vida estructurada y es un placer tenerlo cerca.

Empieza con lo básico: comandos que todo cachorro debe conocer

Los perros no nacen sabiendo lo que significa "sentado", así que tú tienes que enseñárselos. Empieza con comandos básicos como sentado, quieto, ven y déjalo. Mantén las sesiones de entrenamiento cortas y agradables (la capacidad de atención de los cachorros es, bueno, corta). Usa premios, elogios y un tono de voz alegre para reforzar el buen comportamiento.

Recuerda, gritar o golpear no ayuda: los perros no hablan humano, pero sí entienden el tono de voz y los gestos.
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Entrenamiento para ir al baño

Ah, el entrenamiento para ir al baño — la prueba definitiva de paciencia. Mira, los cachorros no controlan bien su vejiga, así que sácalos frecuentemente (cada par de horas, después de las siestas y justo después de comer). Elige un lugar específico para que hagan sus necesidades y felicítalos cuando lo logren. Los accidentes van a pasar—solo limpia sin hacer escándalo. Si los regañas de forma dura, solo harás que busquen esconderse para hacer sus necesidades en secreto o, peor aún—que relacionen ir al baño con el estrés.

Un cachorro labrador joven huele el pasto en un patio trasero soleado, concentrado y curioso, con una luz suave de sol que se filtra entre las hojas al fondo.

Adiestramiento de cachorros en el exterior

Socialización

¿Quieres un perro amigable y bien adaptado? La socialización es fundamental. Expón a tu cachorro a personas, sonidos y ambientes diferentes mientras es pequeño. Llévalo en paseos en coche, preséntalo a perros tranquilos y deja que conozca nuevos lugares.

Si parecen nerviosos, no los fuerces—mejor recompensa su comportamiento tranquilo. La meta es que el mundo se sienta seguro, no aterrador.
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Morder y masticar

Los dientes de los cachorros son como pequeños colmillos, y desafortunadamente, les encanta usarlos—¡en todo! Cuando tu cachorro muerda tu mano, haz un chillido como lo haría uno de sus hermanitos y distráelo con un juguete para masticar. Evita los juegos bruscos que fomenten las mordidas y ten a la mano juguetes aprobados para morder para salvar tus muebles (y tus dedos).

Un cachorro de Border Collie negro con blanco muerde juguetonamente un juguete de goma naranja en el interior, mirando directamente a la cámara con ojos brillantes y curiosos.

Border Collie cachorro jugando

La magia de la rutina y el refuerzo positivo

Los perros prosperan con la rutina. Mantén horarios consistentes para la comida, los paseos al baño y la hora de dormir. Por supuesto, tu vida no debe girar alrededor de tu perrito, pero seguir un horario te ayudará. Premia las buenas acciones (sentarse tranquilo, esperar con paciencia) con premios, juguetes y elogios. Ignora o redirige las conductas no deseadas en lugar de castigar—los cachorros no saben qué está "mal" a menos que les mostremos lo que está "bien".

Esto es lo que tú recibes con PawChamp:

  • Entrenamiento pensado para tu cachorro — planes de aprendizaje personalizados según sus necesidades y etapa de desarrollo.

  • Acceso en cualquier momento y lugar — tutoriales en video disponibles 24/7, artículos y guías paso a paso siempre que los necesites.

  • Métodos de refuerzo positivo — entrenamiento basado en recompensas para que aprender sea divertido, efectivo y sin estrés.

  • Apoyo de expertos cuando lo necesites — accede a entrenadores y especialistas en comportamiento profesional siempre que necesites un consejo, las 24 horas del día y sin límites.

Reflexiones finales

Criar un cachorro no se trata solo de obediencia — se trata de construir un vínculo fuerte y de confianza. Sé paciente, mantén la constancia y disfruta el proceso. Algún día, vas a mirar atrás y extrañarás el caos (sí, de verdad). ¡Ahora ve y sé un súper papá perruno! ¿Necesitas ayuda de expertos? Échale un ojo a los cursos de entrenamiento en video de PawChamp para recibir apoyo paso a paso.